Bien es verdad que la inseguridad es tal , que la mayoría de los padres no permiten ( y con razón ) a sus hijos ¨bajar ¨a jugar solos .Y como no siempre los adultos pueden acompañarlos , ya no saben lo que es soltar la mochila , coger el bocadillo de chorizo ( o le que sea ) y salir corriendo a reunirse con los amigos a jugar fuera de casa , como lo hacíamos no hace tanto tiempo .
Esa convivencia de grupo de niños , se ha perdido . No solamente era jugar al fútbol o a las canicas , sino respetarse o pelearse también , unas especies de clases extra-escolares que les enseñaban lo que era la vida fuera de casa .
Quizás , hoy , los niños sepan más de matemáticas , aprenden inglés desde los cinco años , saben manejar el ordenador y las consolas de maravilla , pero les falta el contacto con ese medio ambiente del que tanto se habla y defienden . Aunque , hay que reconocer , que en las grandes ciudades , es poco saludable .
Más suerte tienen los niños que viven en los pueblos ; donde hay más oportunidades de estar al aire libre ; donde la mayoría de los vecinos se conocen y se hace la convivencia más estrecha .
Muchos de estos pequeños de ciudad , saben lo que es una vaca o un conejo ( vivo ! ) o un huerto , porque con el colegio van de excursion a una ¨granja ¨, y plantan , en una maceta , unas lentejas que ven crecer con alegría y asombro .
Os lanzo la pregunta ; me gustaría conocer vuestras opiniones .
Pregunta de dificil respuesta, porque no te puedes ir así como así a vivir a otro sitio que reúna las condiciones para que los niños jueguen en las calles, aunque afortunadamente hay muchos sitios en que lo siguen haciendo,en los barrios, y en otras ocasiones lo hacen en el parque de turno, pero en la medida que crecemos poblacionalmente hablando, también crecemos en maldad, ya no se les puede dejar solos como antes nos dejaban a nosotros...
ResponderEliminarSalud y besitos
Por aquí también el tema de la seguridad es un verdadero obstáculo para que los chicos jueguen libremente en las calles. Cuando yo era chica lo hacía, aunque siempre vivi en ciudad, peroen esos años la vida urbana era distinta, mucho más segura e integrada con los vecinos.
ResponderEliminarNo sé si esmucho lo que podemos hacer en forma particular para incentivar un intercambio similaren nuestros chicos. Se me ocurre que es un problema que escapa (por lo menso en gran parte) a lo que podamos hacer individualmente.
Un abrazo.
Complicada pregunta Annick.
ResponderEliminarCuando vivía en Gijón los niños no podían bajar solos al parque, y acompañados a según que parques. Lo sustituimos apuntándolos a deportes de equipo, al menos tenían contacto con niños de su edad fuera del colegio.
Abrazos.
Hola Annick:
ResponderEliminarMe ha encantado dar con tu blog. Tengo dos hijos, de 4 y de 2 y aunque todavía no puedo dejarlos salir a jugar solos, pues es una pregunta que me planteo desde ya. Yo nací y crecí en una ciudad pequeña y recuerdo mi niñez como una retahila de travesuras y aventuras en las que la inseguridad no era más que una palabra de significado desconocido. Me temo que ahora, sea chica o grande la ciudad en la que uno vive, los niños tienen que saber de qué se trata eso de la inseguridad.
Ojalá te animes a visitar mis blogs.
Un abrazo,
Ana Rosa
Si, querida amiga, es muy triste y muy difícil.
ResponderEliminarCuando mis hijos eran pequeños, alquilábamos algunos años, para el mes de agosto, un chalet en la misma urbanización que sus primos para que no perdieran el contacto con ellos (siempre vivíamos fuera). Se lo pasaban estupendamente con las bicis, con el balón, nadando...
Las puertas de los chalets estaban siempre abiertas.
Ahora están siempre cerradas y se juega dentro de los chalets.
Si eso es pasar un verano...
Digo lo mismo que Manolo.
Actividades deportivas.
Eso es lo que yo hacía con mis hijos el resto del año.
Un dia a natación, otro a artes marciales, etc.
Y mis nietas, pues lo mismo.
Pero eso si, la mamá siempre de chófer y bien cerquita.
Cuando voy al parque con mis nietas me pongo muy nerviosa si las pierdo de vista un momento, me paso todo el rato detrás de ellas...
Tiempos modernos....
Un besito, querida amiga.
Tener horarios que realmente permitan compatibilizar la vida laboral y la familiar, es tan sencillo como eso, entender que la vida precisa tiempo.
ResponderEliminarBuena reflexión.
Que te puedo decir que no sepas ya, hay tanta inseguridad en la calle, que te puede decir una madre. Por desgracia vivimos en una sociedad que no nos fiamos de nadie, mas quisiera yo que mi hija jugara en la calle como yo lo he hecho, pero yo estoy para protegerla de la maldad de la calle mientras pueda. La llevo a actividades donde hay niños de su edad y ella viene muy contenta puesto que también juegan. Espero que esto cambie algún día.
ResponderEliminarHola Annick, en mi pueblo aún salen los niños a la calle después del colegio y la palaza Mayor esta por las tardes revosante de chavaleria corriendo y jugando con la fuente y las madres diciendoles que no se mojen, o con el balón o las bicis o lo que toque en cada momento o simplemnte corriendo unos detrás de otros.
ResponderEliminarEl comentario habitual es: y dicen que el mundo se acaba... pues aquí no hay mas que chiquillos.
En las ciudades tiene muy dificil solución.
Besos
Recuerdo que de pequeñas nos llevaban,a mi hermana y a mí, a los jardines de Puerta Oscura, en Málaga. Aquí en Holanda es otra cosa, siempre que no sea una ciudad grande. Vivo en las afueras de Deventer y mis hijos siempre han jugado en la calle; el tráfico sólo tiene acceso para los que viven aquí. Quizás esto sea también una razón.
ResponderEliminarUn abrazo
Avec tout ce qu'on voit et ce qu'on entend, laisser les enfants dehors sans surveillance parait trop dangereux. Quand je raconte à ma fille que je jouais toujours dans la rue, au patin à roulettes, ou autre, qu'il n'y avait pas de telephone mobile, et que les parents la plupart du temps ne savaient même pas où on etait!j'ai lu que un enfant de trois ans aujourd'hui savait utiliser un ordi, mais pas lacer ses chaussures!..
ResponderEliminarQuizás habríamos de perder un poco el miedo. Yo no estoy segura de dejar mis niñas en el parque de delante de casa solas, pero es cierto que en él si que siguen jugando solos los hijos de familias immigrantes, tal y como lo hacía yo misma hará 30 años. Y cuando les veo pienso, ¿y sus padres, no tienen miedo? Difícil respuesta. Mientras tanto. Me esfuerzo por encontrar ratos para que ellas jueguen en el parque.
ResponderEliminarYo recuerdo jugar al fútbol en mitad de la calle de una ciudad. Cuando pasaba algún coche nos apartábamos y luego continuábamos jugando. Hoy en día sería imposible hacer eso mismo en los mismos lugares.
ResponderEliminarDespués del colegio siempre había un rato para el juego, las peleas, el deporte, relacionarse y cualquier cosa excepto sentarse. No parábamos ni un minuto quietos; y menos mal porque yo comía literalmente unas cuatro veces más que ahora y sin embargo estaba extremadamente flaco.
No había miedo en la calle, cualquier adulto del barrio era un extensión de tu padre, siempre estabas vigilado por un par de ojos aunque no lo supieras.
Sigo convencido que el cambio de hábitos de la sociedad repercutirán negativamente en el futuro de los niños.
Salu2
Desde pequeña he vivido en Valencia ciudad, me adaptaría a vivir en un pueblo si fuese necesario, pero si me dan a elegir, elijo ciudad, sin dudarlo. Me gustan los pueblos para hacer excursiones y pasar desconectar unos días en vacaciones, pero no para vivir. De pequeña yo tampoco solía bajar a la calle a jugar, y sin embargo mis padres se ocuparon de que tuviese contacto con otros niños, saliendo muchos fines de semana.
ResponderEliminarMis hijos comen en el colegio, y pasan dos horas en el patio peleando y jugando con sus amigos, yo eso no lo tuve porque comía en casa. Los niños están conectados en el ordenador, pero no están solos, igual que nosotras ahora, están conectados con otros chavales organizando el cine del fin de semana o la fiesta de cumpleaños de uno de ellos.
El estilo de vida cambia, pero la necesidad de ser sociales del ser humano no cambia, sea como sea nos relacionamos y comunicamos... lo necesitamos. Sólo hay que saber adaptarse y enseñarles a nuestros hijos, con las herramientas que disponen, de qué manera pueden vivir.
Es una pena si. Yo he jugado mucho en la calle, incluso me iba sola (quiero decir sin ningún mayor que me acompañara) a la plaza para andar en bici. Fueron buenos tiempos sin duda.
ResponderEliminarHoy, si tuviera hijos no los dejaría salir a jugar a la calle solos, ni a la plaza solos. Imposible. Los niños actuales tienen mas cosas materiales que las que teníamos nosotros, pero han perdido libertad y posibilidad de disfrutar de la naturaleza.
Veo que es mas o menos igual en todas partes.
Un beso
Caracas nunca fue una ciudad fácil para tomarse libertades, cuando yo era niña nuestras madres se ponian de acuerdo e iban a una plaza de su preferencia nosotras jugabamos y ellas charlaban pendientes de nos. Eso tambien se perdio, cuando mis hijos hoy adultos eran pequeños ya eso no se podia hacer pues el malandraje y los robos estaban a la orden del dia, y a mas de un chico lo lanzaban de su bici para robarselas. El recurso de muchos, como yo, era afiliarse a algún club o sociedad donde en un coto cerrado con vigilancia los chicos tuvieran todo tipo de actividades de acuerdo a sus intereses, se relacionaran y jugaran con otros chicos mientras los padres trabajaban, siempre había alguna actividad dirigida, habia que estar pendiente, pero el ambiente era mas relajado. Los chicos de los barrios si andan mas sueltitos, (más de lo que debieran), pero las canchas deportivas de los barrios son centro de acopio para drogos y malandros, en fin el miedo se impone, y en la mayoria de los casos los chicos, hoy mas que ayer,están muy encerrados.
ResponderEliminarHola Annick,
ResponderEliminarComplicado es el tema, con los niños, cuando son pequeños tienes que compaginar su horario con el tuyo y si se puede, llevarlos al parque, que por suerte tenemos cerca de casa, y en el verano se bajan a la piscina y por lo menos juegan con los niños del bloque y a los padres nos sirve para conocernos y compartir. Así lo he hecho yo.
Un beso
Mis hijas en verano son libres como los pájaros porque en la urbanización donde veraneamos nos conocemos todos y está cerrada, así que cogen la puerta cuando quieren, suben, bajan, se meten en la casa de fulanito o menganito, o de pronto nos encontramos en la casa 10 niños. Eso ocurre en periodo vacacional. Y en invierno podría ocurrir igual, pues tenemos recinto cerrado, pero entre el colegio, los deberes, las extraescolares y que anochece antes, tienen menos tiempo. Pero en Halloween por ejemplo van disfrazados pidiendo trato o truco por los bloques del recinto.
ResponderEliminarSupongo que hoy en día que tenemos tantísima información, nos da miedo dejar a los niños lejos de nuestra vista. Te vienen a la mente tantos casos terribles como la niñita Mariluz que fue sola a comprar chuches en frente de su casa, o el niño canario JEray que estaba jugando en un descampado al lado de su casa y lleva ya años desaparecido, y tantos y tantos otros casos, que da miedo, la verdad.
Por cierto, yo también soy de Málaga.
Un beso.
Sonia.
http://unamadreimperfecta2.blogspot.com/
la inseguridad es el fantasma del presente, como tu dices, aun en algunos aislados pueblos los niños pueden deambular por sus calles.
ResponderEliminarmuy real y triste tu escrito, saludos querida amiga
hoy la inseguridad está en todos lados, aun en los barrios cerrados, tambien añoré para mis hijos y nietos esa dulce libertad de antaño.
ResponderEliminarsaludos querida Annik
Hola,siento llgar tan tarde a esta interesante entrada que me ha encantado por el tema.Preparo un acto cultural en mi ciudad y no me queda tiempo.
ResponderEliminarLa verdad es que ya nada es como antaño en lo que se refiere a la infancia y los juegos.A mi me duele en el alma que nuestros niños se estén perdiendo todo ese aprendizaje de convivencia que tanto enriquece a nivel personal.Siento que esta sociedad los esté evocando al duro individualismo tan nefasto para el buen desarrollo a nivel humano.
Qué hacer? e ahí la cuestión...son los pros y los contras del progreso. Quizás antes teniamos menos de todo pero, teníamos lo más fundamental:una madre con quien colsultar cualquier anecdota o adversidad las 24 horas del día;hoy creo que se vive demasiado fuera de casa y no hay tanto tiempo para tantos pequeños detalles que en la niñez, pueden parecernos un mundo, o al revés.Han cambiado tantas cosas que lo único que nos salva es sabernos adaptar al presente, intentando que nuestros niños vivan lo más sana e intensamente posible esa etapa maravillosa de la infancia.
Es una humilde opinión más ante este dilema.
Besos,amiga. Carmendy