Aunque aquí en Málaga , con 25º de temperatura , no es el caso , pero se agradece de igual manera un cucurucho de castañas calentitas y tiernas, para animar un paseo tardío .
Siguen prácticamente con las mismas instalaciones de antaño : el hornillo , un puchero o olla agujerada sobre un trípode de hierro , con el saco de castañas al lado y los cucuruchos de papel de estraza ya preparados para envolver tan apreciado manjar otoñal .
El olor inconfundible y el calor de las brasas son el reclamo para los viandantes que buscan algo para entrar en calor en invierno .
No nos olvidemos de ellos ; son de los pocos oficios tradicionales que nos quedan.
ANNICK, están deliciosas!!!!! Aqui en Valencia, además de castañas, tenemos también puestos de mazorcas de maíz hechas de igual modo.
ResponderEliminarAmbas cosas te dejan los dientes tiznados, pero vale la pena.
Por cierto, recuerdo a mi padre contar que de jóvenes, se compraban poquitas castañas (no daba para más) pero para meterlas en las manos y éstas en los bolsillos y tenerlas calientes.
Como a todos sitios se iba andando...o en tranvía, por donde corría bien el aire....
¡¡¡Imaginación!!!!
Buen recuerdo, gracias.
Un besito
Y conservan os mismos olores y el sabor de cuando era niño, es de las pocas cosas que no han cambiado, se ve además que con esto de la crisis, en mi pueblo, que estos puestos habían desaparecido, de repente, los hay por doquier...
ResponderEliminarBesitos y salud
Es verdad, el olor a castañas asadas es un olor encantador que te transporta al invierno, al abrigo de paño, a la mesa de camilla o a los paseos por calles bulliciosas cogidos del brazo de quienes más queremos.
ResponderEliminarPreciosas tus fotos hoy.
Besicos
Hola Annick, pero cada vez menos, en mi pueblo ya hace años que despareció la única castañera que habia y frío sigue haciendo un montón. Esta mañana -3º.
ResponderEliminarPero el sabor de las castañas y el calorcito en las manos no se me olvida y cuando veo una castañero o castañera por ahí siempre compor un cucurucho.
Besos
el lio de Abi
J'aime bien le contraste (volontaire ou pas..) avec le Mcdo derrière! :))
ResponderEliminarje me souviens de la douce odeur des marrons chauds.On n'en voit plus, par ici. C'est comme les pères Noel , pendant les fêtes, ils ont disparu..
A bientôt!Besos desde Nice!
Y todavía no he comido castañas este otoño, a ver si hago alguna visita a una de estas castañeras y las pruebo, que tengo ganas.
ResponderEliminarUn beso^^
Hola, Annick.
ResponderEliminarTodos los años suelo comprarme más de un cucurucho de castañas. Me gustan mucho y en casa no salen tan buenas. Tienes toda la razón, es un oficio que a duras penas se conserva, pero que se agradece que aún estén en activo.
Esa imagen de la castañera con el Mcdonals detrás, tiene su puntito.
Entrañable entrada, Annick.
Un abrazo.
Maat
Ahora por tu culpa tengo un antojo de castañas que no te lo puedes imaginar!! jajajajaja
ResponderEliminarBesotes.
Annick, castañeras igual a otoño, ese olorcillo y calentitas, con boniatos, al menos aquí en Cataluña. Lástima que no me gustan, pero adoro la figura de la castañera clásica, anciana, en el puesto, al lado de la sarten y el fuego. Teníamos y tenemos la Festa de la Castanyiera, pero, ayyy, casi se olvida con lo del Hallowen y las calabazas ¿para qué esa costumbre forastera? Lo que puede USA.
ResponderEliminarBesitooos.
Uhhh me acuerdo de un cuento que me leían cuando era chica "Maruca la castañera" se llamaba. Parece que Maruca en lugar de vender las castañas las regalaba a todos los hambrientos y mendigos del barrio. Y en lugar de quedarse sin nada, las castañas se reproducían mágicamente. No me intrigaba tanto la magia, como saber que eran las castañas, ni con las fotos me doy mucha cuenta de que son ... siempre supuse que serían algo parecido a la batata dulce que tenemos por aqui, pero no estoy segura.
ResponderEliminarun beso
Aquí en Asturias creo que no quedan, o yo no los encuentro. Con lo ricas que están las castañas asadas.
ResponderEliminarAbrazos.
Tienes razón, annick, es uno de esos oficios que despiertan nuestra añoranza, porque se vincula al invierno, pero también a la infancia ¿no crees? Ojala algún dia pueda ir a visitarte a Málaga. Besos.
ResponderEliminarLUNA ...lo de las mazorcas , nunca lo he visto. Personalmente , no me gusta mucho las castañas , pero como tu padre las compro para calentarme las manos ( sobre todo en Madrid )
ResponderEliminarGenín ...puede que de estos nuevos puestos sacan a más de un apuro economico a necesitados . Que sea para bien !
Cabopá ...que de recuerdos con esta mesa camilla con el brasero debajo . Hasta ponía ropa de bebe de mis hijas colgada alrededor para secarla . Que tiempo !
AbiE ...pues eso si es hacer frío . Madre mía ! hace años que no cato esta temperatura .
Ichi ...es que con el tiempo que tenemos ( mas bien de playa ) no apetece mucho todavía .
Maat ...es verdad que en casa no salen igual de buenas . Es como los pollos asados , que son riquisimas los del asador .
Anna...pues es un antojo facil de satisfacer , y barato .
Natália ...estas fiestas de Hallowen me dan mucha rabia . Con todas las tradicciones que hay en nuestro pais .
Vamos a reivindicar a las castañeras !
Malyss...je me suis rendu compte du Macdo après avoir vu la photo .
ResponderEliminarMais ça explique bien ( sans le vouloir )les tendances dans les goûts : la tradition et le modernisme .
Et c´est dommage de perdre ces métiers traditionnels .
Bisous de Málaga .
Any ...un bonito cuento el de ¨Maruca , la castañera ¨. Pero , explicame eso de que no sabes como son unas castañas . No me lo puedo creer !
ResponderEliminarManolo Jimenez ...pues , tengo entendido que las castañas asturianas son muy ricas y de las más famosas .
¿ como que no hay castañeras ? Que pena !
Isabel ...en nuestras manos esta enseñar a nuestros hijos o nietos estos oficios tan entrañables , para que no desaparezcan .
Estaría encantada tener tu visita , cuando sea .
Besos desde Málaga.
Annick, qué entrada más rica. Me encantan las castañas asadas, el humillo, lo tradicional... Hay cosas que si las modernizas pierden su encanto; por favor, que sigan vendiéndolas en las esquinas y sirviéndolas en cartuchos de papel por siempre jamás.
ResponderEliminarGracias por el saborcito.
Besos, vecina. A ver si nos vemos.
Mercedes...me llamas y quedamos para tomar un café; tengo ganas de charlar contigo .
ResponderEliminarBesitos desde cerca.
Siempre me gustaron las castañas, crudas, en guisos y, por supuesto, asadas. La presencia de los castañeros en las calles anuncian la llegada del invierno, aunque ahora se ponen hasta en septiembre. ültimamante no están tan buenas como hace veinte años, aunque tal vez sea problema de mis sensaciones. Que tengas muy buen día.
ResponderEliminarOhhh que ricas...En mi pueblo se siguen viendo, pero no en esos puestos tan sofisticados.Un saludo.
ResponderEliminarQue no se pierda esta entrañable costumbre de comprar un cartucho calentito de castañas. Este repostaje nos traslada a ese pasado en el que las castañeras formaban parte de la vida cotidiana del pueblo, con su olla agujereada y sus deliciosas castañas.
ResponderEliminarMe ha hecho recordar tiempos pasados
Un abrazo
Paco Hidalgo ... y los ¨marrons glacès ¨que no se encuentran facilmente aqui , son una delicia .
ResponderEliminarAlgunas veces recordamos las cosas mejores de como son realmente .
Paco ...la costa del sol tiene estas cosas . is different ! jajaja
Sabor añejo ...el titulo de tu blog es lo que se sienta comiendo estas castañas .De vez en cuando es bueno recordar tiempo pasados .
Besos a todos desde Málaga.
Acabo de regresar de unas semanas en Malaga y eso fue lo que me sorprendio: ver -y oler- los puestos de castaña con el tiempo veraniego que teníamos. Me da la impresión que "salen" a la calle antes que en mis tiempos de niña y vivía en Málaga. Una sensación bien extraña!.
ResponderEliminarPor cierto que yo también he tenido ese cuento de "la castañerä" y se lo leía a mis hijos de pequeños. Lo cierto es que esa clase de libros (troquelados, creo que se llaman) no se encuentran ya por mucho que los he buscado ahí en Málaga.
Un abrazo y un buen fin de semana
En Valencia también se ponen los castañeros y hacen mazorcas asaditas... mmmm qué rico!!
ResponderEliminarEl calor de las castañas en mis manitas heladas, y mi abuelo a mi lado, sonriente.
ResponderEliminarQUE BONITA MENCIÓN DE UN TRABAJO TAN TRADICIONAL POR ESOS LARES, QUE RICAS¡¡¡
ResponderEliminarABRAZOS QUERIDA ANNICK
Qué buena pinta tienen esas castañas.
ResponderEliminarEl otro día, en Alcalá la Real, un pueblo próximo al mío, me encontré con un puesto de castañas, aunque no tan completo como este.
Un abrazo
Cuanta razón tienes...las castañas con su olorcillo especial, anuncian la llegada del invierno, nos traen recuerdos entrañables de la infancia, estan buenisímas!!
ResponderEliminarQuien pillara los 25 grados de Málaga la bella!! por aqui, hace un frio que péla....
En Granada hace bastante más frío. Un detalle encantador la llegada de estos entrañables puestos en las primeras jornadas pre-invernales.
ResponderEliminarEs un placer visitarte. Saludos.
Bienvenue Annick sur mon blog "Les Petits Bleus d'Artemisia". Chez moi aussi en limousin, il y a des marchands de marrons grillés ... C'est très bon et très hivernal ! Merci et bonne journée !
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