Las vemos instalarse en las esquinas de las calles ; nos anuncian que ha llegado el frió .Aunque aquí en Málaga , con 25º de temperatura , no es el caso , pero se agradece de igual manera un cucurucho de castañas calentitas y tiernas, para animar un paseo tardío .
Siguen prácticamente con las mismas instalaciones de antaño : el hornillo , un puchero o olla agujerada sobre un trípode de hierro , con el saco de castañas al lado y los cucuruchos de papel de estraza ya preparados para envolver tan apreciado manjar otoñal .
El olor inconfundible y el calor de las brasas son el reclamo para los viandantes que buscan algo para entrar en calor en invierno .